El Grupo Wagner con Prigozhin al frente se le sube a las barbas a Vladimir Putin

Luisondome

Yevgueni Prigozhin, líder del Grupo Wagner


Putin lleva ya muchos años haciendo competir a las facciones del Kremlin entre sí para conservar el poder y poder alcanzar sus objetivos. Sin embargo, la guerra con Ucrania ha desatado una disputa entre militares y mercenarios porque no se dan resultados previstos por los cuarteles generales, y dado el escaso éxito alcanzado por estos, Putin ve amenazado su control sobre los militares y sobre su propio gobierno, y si la contraofensiva ucraniana recupera los territorios y el ejército ucraniano entra en Crimea, este puede ser el golpe definitivo que haga caer al régimen actual.


“¡Miradlos, gilipollas! Os sentáis en clubes lujosos y vuestros hijos hacen vídeos de YouTube. Los hombres de Wagner mueren para que podáis atragantaros a comer en vuestras oficinas”. 


Así se dirigía en mayo Yevgueni Prigozhin al Ministro ruso de defensa Shoigu y a la cúpula militar rusa , acusando al Ejército de sabotear los esfuerzos de su compañía de mercenarios en el frente. Ya en junio, el Grupo Wagner denunciaba haber capturado a un teniente coronel del Ejército ruso que estando borracho habría ordenado abrir fuego contra uno de sus convoyes.

Vladímir Putin lleva años permitiendo  las rivalidades internas en el Kremlin, en parte para que compitan por mejores resultados, y en parte para que nadie sea tan fuerte como para disputar su cargo. Sin embargo, con la guerra en Ucrania, esta táctica se le está yendo de las manos. El presidente ruso no puede perder apoyos y sigue inmóvil ante las crecientes disputas entre mercenarios y militares, mientras Ucrania comienza su contraofensiva. Si no hay pronto cambios, las costuras del Kremlin pueden saltar por los aires.


El Grupo Wagner: un arma geopolítica de Rusia


El Grupo Wagner es un instrumento geopolítico fundamental para Rusia, pero no es el primero del estilo,  ni el único desde la caída de la Unión Soviética. Compañías como el Centro R, Moran o el Grupo RSB demuestran que el fenómeno de los contratistas rusos está extendido. La diferencia es que, mientras estas se componen de militares veteranos, Wagner cuenta con soldados reclutados y entrenados por la inteligencia rusa en su base de Molkino, en Krasnodar. Además, Wagner no constituye una entidad comercial, por lo que no está registrada, como sí lo están las empresas de seguridad occidentales.



Su presencia se ha confirmado en al menos once países, la mayoría en África. El Kremlin ha penetrado en Mali, Sudán o Mozambique mediante acuerdos de seguridad entre la compañía y sus Gobiernos. La organización no solo actúa como fuerza paramilitar, sino que también ofrece asistencia y entrenamiento a las tropas locales. Todo ello a cambio del acceso a las reservas de oro y metales preciosos. Mediante estos acercamientos, Moscú expande su influencia en detrimento de otras potencias como Francia. Ese crecimiento del Grupo Wagner ha causado rechazo en la Unión Europea, que aprobó en 2021 un paquete de sanciones contra la organización por presuntas violaciones de derechos humanos.


El mejor ejemplo de esta estrategia es Libia. Desde el estallido de la guerra civil en 2014, el Estado libio es una prioridad para Rusia. Su ubicación lo convierte en un país esencial para controlar las rutas migratorias y el suministro de hidrocarburos hacia Europa. Esta cuestión es sensible para Moscú, principal exportador de gas natural a la Unión Europea. Por ello, se estima que el Grupo Wagner posee 2.500 milicianos en el país para apoyar al Ejército Nacional Libio de Jalifa Haftar. Con la invasión rusa de Ucrania en 2022, se espera que la mayoría de estos combatientes sean trasladados para ayudar en la campaña militar.


Pero, ¿Quien es Yevgueni Prigozhin? 


Es un oligarca ruso y líder del grupo de mercenarios Wagner. Yevgueni Prigozhin nació en 1961 en San Petersburgo. En 1981 entró en la cárcel por robo y fraude, donde estuvo nueve años. Cuando salió, vendió perritos calientes, después fue proveedor en una empresa de alimentación y terminó montando una empresa de catering de lujo, Concord Catering. Está enmarcada en Concord Management and Consulting, que posee varios restaurantes, y a su vez en Concord Group, presente en otros sectores. Prigozhin conoció a Putin en su restaurante de San Petersburgo y empezó a acercarse a él. Así empezó a conseguir contratos para alimentar escuelas o al Ejército y servir al Kremlin.


También es el director de Patriot, un grupo de medios de comunicación afín al régimen ruso, del que forma parte la Agencia de Investigación de Internet. Esta es conocida como una “fábrica de trolls”, entre otras, porque influyó con desinformación en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, como confirmó el propio Prigozhin. Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido han acusado a Prigozhin de manipular la opinión pública y desinformar sobre la guerra de Ucrania en favor de Rusia y durante procesos electorales en Mozambique, Madagascar o la República Centroafricana. Estos hechos lo han convertido en una de las personas más buscadas por el FBI.


Prigozhin también lidera el Grupo Wagner, una organización paramilitar independiente del Ejército ruso pero que se sirve de su munición y entrenamiento. Sin embargo, el Kremlin se desvincula oficialmente del grupo ya que la legislación rusa prohíbe contratar servicios militares privados. Wagner está presente en Libia del lado del general Jalifa Haftar, en Mali contra las milicias islámicas o en la República Centroafricana. También en Sudán para conseguir minas de oro y diamantes y en Siria junto a las tropas de Bashar al Asad y protegiendo los pozos de petróleo. En África, además, la compañía apoya a los Gobiernos contra grupos insurgentes y terroristas a cambio de contratos, recursos naturales y acceso a zonas estratégicas. En Ucrania participó en la anexión de Crimea, apoya a las fuerzas separatistas en el Donbás y ha sido un actor clave en la invasión actual. Por ello Prigozhin ha sido objeto de sanciones internacionales.


El ascenso de Prigozhin


Yevgueni Prigozhin confirmó que lideraba el Grupo Wagner a raíz de su papel en la guerra en Ucrania. Se ha adjudicado victorias como la de Soledar, ha reclutado en las cárceles rusas y mantiene una disputa por el apoyo del Kremlin con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el Ejército. Wagner también ha protagonizado la batalla de desgaste en Bajmut, pero ha tenido miles de bajas. Prigozhin ha acusado de traición a Shoigú y al Ejército por no proveerle munición, y llegó a anunciar por redes sociales que sus mercenarios —desde exconvictos hasta soldados de élite— abandonarían la ciudad por ese motivo.


El ascenso de Prigozhin se ha sumado a las críticas del líder checheno Ramzán Kadírov contra las fuerzas oficiales rusas. Ambos forman el llamado “Partido de la Guerra”, que busca influir en el Kremlin. Aunque Prigozhin ha dicho que no tiene aspiraciones políticas, estaría buscando gobernar en San Petersburgo. Frente a su ascenso, el Ministerio de Defensa ha priorizado en ocasiones su lucha contra Prigozhin sobre los objetivos en la guerra, restringiéndole munición y poder reclutar en las prisiones. Cuando los resultados de Wagner no fueron buenos a principios de 2023, Putin sustituyó al jefe militar de la invasión, favorable al grupo, Serguéi Surovikin, por Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor. También destituyó al jefe de la logística de las Fuerzas Armadas, Dmitri Bulgákov, enlace entre la compañía y el Ejército. No obstante, con el estancamiento del Ejército en la guerra, Wagner y Prigozhin están recuperando apoyo del Kremlin.


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