¡¡¡La que nos espera…!!! Sánchez se queda, y seguirá siendo el “puto amo” del país
Luisondome ¿Te lo digo…?, o te lo cuento. Cinco días con el país en vilo mientras Pedro Sánchez deshojaba la margarita. Al final resultó en lo que muchos ya sabíamos desde que leímos su plañidera carta, a tenor del conocimiento habido del personaje. En mi caso, el sentir previo es que se quedaría, dado el apego de Pedro Sánchez a las prebendas del poder de las que abusa (subirse al Falcon para ir de A Coruña a Santiago de Compostela, por ejemplo), y del cargo, que le permite pasearse por el mundo pavoneándose en las cancillerías como si fuera un líder mundial, tal es el narcisismo que su persona porta y luce por aquí y por allá. En su perorata televisiva desde la escalinata de La Moncloa, que por cierto comenzó errando en el saludo inicial: a las once de la mañana inicio su intervención televisiva diciendo buenas tardes. Tras dicho lapsus horario, nos ha conminado a la sociedad española a una «reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio». «Ponga