¿Padece Pedro Sánchez el Síndrome de Hubris?
Política
El Síndrome de Hubris es un término usado para describir un patrón de comportamiento caracterizado por un ego desmedido, arrogancia y desprecio por las opiniones de los demás, especialmente en personas que ocupan posiciones de poder. No es una enfermedad mental reconocida oficialmente, sino más bien una descripción de rasgos de personalidad que pueden desarrollarse en personas que han tenido poder durante mucho tiempo.
Dice la Dra. María del Carmen Calderón Berrocal en su artículo "La enfermedad de un político, el Síndrome de Hubris", que el poder puede acarrear a quienes lo ostentan una segura enfermedad que se da especialmente en las personas que ya de por sí son narcisistas, estamos ante el Síndrome de Hubris. Muchos hemos escuchado frecuentemente la aseveración de que "el poder envenena y corrompe a las personas". Pues sí, entra en el organismo como si de asbestos se tratase y produce cáncer, pero cáncer que produce daño moral".
Añade la Dra. que "el Síndrome de Hubris viene a producir una patología en la personalidad, una patología en la psique de una persona, que será verdugo y víctima al mismo tiempo, esta afectación será más grave en orden directo a la soberbia que el personaje en cuestión pueda ostentar y a su grado de narcisismo. Esta es la razón de que en muchos países e instituciones democráticos se limiten los cargos de presidencia en cualquier ámbito (político, empresarial, colegial, etc.) a cuatro o cinco años, tratando de impedir que la reelección llegue a afectar a una persona que pueda ostentar el cargo durante ocho años seguidos".
Repasando cuales son las características principales del Síndrome de Hubris, y viendo si estas se dan en nuestro Presidente, podremos hacernos una idea de si realmente Pedro Sánchez está afectado por este Síndrome:
* El rival debe ser vencido a cualquier precio:
Este es quizás el elemento mas definitorio de este tipo de alteración de la personalidad. La relación con el rival es del tipo de "O el, o yo", no hay término medio, pues se ve al rival como la mayor amenaza a su supervivencia en el poder, y se hace lo necesario para desacreditarlo ante la opinión pública. En el caso español, el uso de la fontanería del partido y del gobierno a tal fin es un hecho acreditado en múltiples denuncias y procesos judiciales abiertos. Los altos cargos socialistas conocidos como la Banda del Peugeot, que fueron los que llevaron a Sánchez al Gobierno y posteriormente llevaron la corrupción desde el partido a la Comunidad de Navarra primero, y al Gobierno después, y que hoy están imputados o en prisión preventiva, son buena prueba del desprecio a la tarea que tienen encomendada, al rival, y de lo que se puede llegar a hacer para aprovecharse del poder.
* La pérdida del mando o de la popularidad termina en la desolación, la rabia y el rencor:
Recordemos la huída de Pedro Sánchez de Paiporta, la "huida del galgo", cuando se enfrentó a las protestas de los afectados por la DANA, mientras que el Jefe de Estado aguantaba estoicamente la protesta. Hay quien señala que este episodio afectó a la relación institucional entre Presidencia del Gobierno y la Jefatura del Estado, y que es imputable al Presidente.
* Confianza excesiva y arrogancia. Imprudencia e impulsividad:
Las personas con este síndrome pueden creerse superiores a los demás y mostrar una falta de empatía. Aparentemente de la hemeroteca se pueden extraer imágenes que nos muestran cual es el comportamiento en actos públicos del Presidente, de como presume de su poderío posando para la cámara en el Falcon o bajándose del coche oficial, con esa chulería que le caracteriza. Sus decisiones políticas son arriesgadas, desmedidas e impulsivas, mas centradas en el bienestar de su persona y en mantenerse en el cargo, que en el bien común.
* Desprecio por las opiniones ajenas:
Pedro Sánchez ignora y menosprecia los consejos y opiniones de quienes les rodean si no casan con sus intenciones, y mas aún si estas provienen de sus opositores. Cree que él es el poder y que la razón es suya y está siempre de su parte, sea lo que sea que esté haciendo o diciendo. Tiene un enfoque muy personal y exagerado al comentar asuntos corrientes, y convierte habitualmente la mentira y el bulo en un argumento de razón.
* Preocupación excesiva por la imagen y el estatus. Narcisismo:
Pedro Sánchez presume de ser uno de los políticos mas guapos del mundo político, siempre parece estar muy preocupado por su apariencia, por los lujos de los que disfruta, y por cómo son percibidos por los demás que le dan esa imagen de hombre poderoso. Este efecto es especialmente percibido y valorado por las mujeres que sienten admiración por él. El narcisismo, entendido como un trastorno de la personalidad, se caracteriza por un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía. A nivel neurológico, los estudios sugieren que ciertas estructuras y procesos cerebrales podrían estar implicados en los comportamientos y experiencias asociados al narcisismo.
* Comportamiento imprudente e impulsivo:
La confianza excesiva en si mismo y en sus razones le puede llevar a tomar decisiones arriesgadas sin considerar las consecuencias. Decisiones como la amnistía, el acuerdo con ERC para el Cupo Catalán, la toma de las instituciones del Estado por su Gobierno (especialmente de la Fiscalía General del Estado y del Tribunal Constitucional) para poder tener el control de estas para evitar daños a su entorno político y, especialmente el familiar, afectado por procesos judiciales, así como el intento de controlar la prensa no afín a sus intereses, son un buen ejemplo de ello.
* Aislamiento progresivo de la realidad:
Quienes padecen de Síndrome de Hubris pueden perder el contacto con la realidad y tener dificultades para entender las consecuencias de sus acciones. En el caso de Pedro Sánchez, este piensa que está arreglando los problemas del país desde su realidad, cuando lo que está consiguiendo es hacerle un enorme daño y así es percibido por la sociedad española y desde fuera de España.
El término "Hubris" proviene del griego y significa "desmesura" o "arrogancia". Fue popularizado en el ámbito de la psicología y la política por el neurólogo David Owen, quien lo utilizó para describir el comportamiento de líderes que, al ejercer el poder, desarrollan una visión distorsionada de sí mismos y de su entorno. Owen analizó el comportamiento de políticos y entre otros, señaló a jefes de gobierno como Margaret Thatcher, George W Bush y Tony Blair de haber desarrollado este síndrome de arrogancia.
Actualmente los mandatarios mas identificados con este Síndrome son Donald Trump, Vladimir Putin, Nicolás Maduro y Pedro Sánchez.
En España esta percepción ha sido defendida públicamente por el experto José Cabrera, especialista en psiquiatría clínica y forense en entrevista concedida recientemente a Antena 3.
Como surge el Síndrome de Hubris. Las 7 señales del Síndrome
La hubris es una cualidad que un individuo solo puede desarrollar después de haber alcanzado una posición de prominencia. En ese momento, comienza a girar fuera del ámbito de los trastornos de la personalidad normalmente asociados con el narcisismo excesivo o las cualidades antisociales. El éxito podría generar una apreciación de alcanzar la meta deseada de una persona, o podría convertir a un individuo más o menos común en alguien cuyo deseo de poder parece insaciable.
Si la hubris se convirtiera en un síndrome, sostiene el investigador holandés Jean-Paul Selten, de la Universidad de Maastricht, tendría que cumplir una serie de criterios de validación, lo cual es cierto para cualquier nuevo diagnóstico o entidad definible en psicología. Selten ofrece un conjunto de siete descriptores, muchos de los cuales son una extensión de trabajos anteriores (Owen y Davidson, 2009) que los aplicaron a figuras políticas del Reino Unido y EE.UU.
En la vida ordinaria, se traducirían en estos siete criterios:
1. El individuo debe mostrar cambios que duren al menos tres meses.
2. El individuo debe haber desarrollado este síndrome cuando ya es adulto.
3. Los cambios se producen solo después de que el individuo experimenta un éxito abrumador o un aumento sustancial de su poder.
4. La disocialidad (falta de consideración por los demás) y la desinhibición (impulsividad) crecen con el tiempo.
5. El individuo muestra una grandiosidad extrema en forma de derecho, egocentrismo y condescendencia hacia los demás con tendencia a la grandilocuencia y un uso del lenguaje elevado o exagerado.
6. La desinhibición en sí misma se evidencia como una irresponsabilidad extrema, así como por una incapacidad para hacer planes racionales.
7. El convencimiento inquebrantable de la corrección de su juicio, llegando a la obstinación, cuando no a la ideación deliroide.
El Síndrome de Hubris se ha descrito en multitud de campos, desde la política a las finanzas. La relación médico-paciente también es una relación de poder. La falta de humildad y empatía en su ejercicio puede hacer que cualidades como la confianza y seguridad en uno mismo se transformen en soberbia, arrogancia y prepotencia características del médico o profesional con Síndrome de Hubris.
Fuentes: Sociedad Española de Psiquiatría Legal, FeUSO, InfoBAE, Ethic, Psicology Today, Jose Carlos Fuertes, Antena 3,
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