Lo que dice el Informe Digital News Report 2025 del Instituto Reuters

Información y Periodismo


Portada del Informe

El informe de este año llega en tiempos de profunda incertidumbre política y económica, y de cambio de alianzas geopolíticas, por no mencionar la crisis climática y los destructivos conflictos que persisten en el mundo. En este contexto, el periodismo analítico y basado en evidencias debería estar en su esplendor, los periódicos agotándose, la radio y la televisión floreciendo, el tráfico web creciendo. Pero la realidad es muy distinta, tal como expone nuestro informe. En la mayoría de los países, los medios tradicionales luchan por conectar con gran parte del público, y se registra baja confianza, conexión en declive y suscripciones digitales estancadas.

La acelerada transición hacia el consumo mediante redes sociales y plataformas de video disminuye aún más la influencia del periodismo institucional y potencia un entorno alternativo fragmentado, con una variedad de creadores de contenido en pódcast, YouTube y TikTok. En todo el mundo, los políticos populistas pueden eludir cada vez más a la prensa tradicional recurriendo a medios partidistas amistosos o a “personalidades” e “influencers” que a menudo tienen acceso especial pero rara vez hacen preguntas difíciles. Muchos de ellos difunden falsedades, o cosas peores.

En lugares donde la libertad de prensa está amenazada, los ecosistemas alternativos también ofrecen oportunidades, en el mejor de los casos, para aportar nuevas perspectivas y desafiar a los gobiernos represivos. Pero, al mismo tiempo, estos cambios pueden contribuir al aumento de la polarización política y en el enrarecimiento del debate online. En este contexto, nuestro informe revela una profunda división entre Estados Unidos y Europa, y también entre conservadores y progresistas en todas partes, con respecto a dónde deben situarse los límites de la libertad de expresión; las líneas de batalla se trazan sobre el papel de la moderación de contenidos y la verificación de hechos en las redes sociales.

El trabajo de este año también expone los nuevos retos que plantean las plataformas de inteligencia artificial y los chatbots, cuestión sobre la que hemos preguntado por primera vez. Mientras las grandes tecnológicas integran resúmenes de IA y otras funciones relacionadas con las noticias, los medios temen que se reduzcan aún más los flujos de tráfico hacia sus sitios web y sus aplicaciones. Pero mostramos, además, que, en un mundo cada vez más poblado de contenidos sintéticos y desinformación, todas las generaciones siguen valorando los medios de confianza que cuentan con un historial de rigurosidad, aunque no los consuman tan a menudo como antes.

Ante la creciente cantidad de gente que evita selectivamente las noticias (en algunos casos, sistemáticamente), exploramos las posibles ventajas de utilizar la IA generativa para personalizar contenidos y hacerlos más atractivos para las audiencias jóvenes.

Esta decimocuarta edición de nuestro Digital News Report, que se basa en datos de cinco continentes y 48 mercados (incluyendo Serbia por primera vez), nos recuerda que los cambios no siempre se distribuyen de manera uniforme.  

Principales hallazgos

  •  Sigue cayendo la conexión con fuentes informativas tradicionales como la televisión, la prensa escrita y los sitios web periodísticos, al tiempo que crece la dependencia de las redes sociales, las plataformas de video y los agregadores online. Esto es el caso especialmente de Estados Unidos, donde el sondeo coincidió con las primeras semanas de la nueva administración de Trump. El uso de las redes aumentó considerablemente (+6 puntos porcentuales), pero las fuentes tradicionales no experimentaron un “salto por Trump”.En algunos países, personalidades e influencers desempeñan un papel relevante en la configuración del debate público. Una quinta parte de los encuestados estadounidenses (22%) afirman haberse topado con noticias o comentarios de Joe Rogan en su popular pódcast durante la semana posterior a la toma de posesión de Trump; entre ellos, una cantidad desproporcionada de hombres jóvenes. En Francia, Hugo Travers (joven creador de contenidos periodísticos conocido como HugoDécrypte) llega al 22% de los menores de 35 años publicando principalmente en YouTube y TikTok. Los influencers jóvenes también adquieren importancia en muchos países asiáticos, como Tailandia.
  •     El consumo de noticias en las plataformas sigue fragmentándose: seis redes hoy superan el 10% de alcance semanal, cuando sólo dos lo lograban hace una década. En torno a un tercio de la muestra global utiliza Facebook (36%) y YouTube (30%) para informarse cada semana. Tanto Instagram como WhatsApp llegan al 19%, mientras que TikTok (16%) se mantiene por delante de X (12%).
  •     Los datos indican que el uso de X para las noticias se mantiene estable o aumenta en varios mercados: los mayores incrementos se registran en Estados Unidos (+8 puntos), Australia (+6) y Polonia (+6). Desde que en 2022 Elon Musk tomó el mando de esta plataforma, se sumó mucha más gente de derechas (sobre todo, hombres jóvenes), mientras que parte del público progresista se ha ido, o la utiliza con menos frecuencia. Redes rivales como Threads, Bluesky y Mastodon tienen escaso impacto global, con un alcance del 2% o menos para las noticias.
  •     El cambio en las estrategias de las plataformas implica mayor relevancia del video como fuente informativa. La proporción global de gente que consume video en redes ha crecido del 52% en 2020 al 65% este año, y el consumo de video en general ha pasado del 67% al 75%. En Filipinas, Tailandia, Kenia y la India hay más personas que prefieren ver las noticias en lugar de leerlas, lo que fomenta aún más el protagonismo de los contenidos creados por personalidades.
  •     Nuestra encuesta también exhibe la importancia del pódcast periodístico para llegar a las audiencias más jóvenes y mejor formadas. Estados Unidos lidera en cuanto al consumo semanal de al menos un programa (15%); ahora muchos de esos pódcasts se filman y distribuyen en plataformas de video como YouTube y TikTok. En varios mercados del norte europeo, el ámbito del pódcast sigue dominado por emisoras públicas o grandes empresas de medios tradicionales, que demoran en adoptar las versiones con video.
  •     TikTok es la red que más velozmente crece: ha subido 4 puntos porcentuales en el promedio de los mercados y ha trepado hasta el 49% en Tailandia (+10 puntos) y el 40% en Malasia (+9). Pero, al mismo tiempo, los ciudadanos de esos países consideran que TikTok representa una de las principales amenazas en cuanto a información falsa o engañosa, junto con Facebook, que es una extendida fuente de preocupación desde hace tiempo.
  •     En términos generales, más de la mitad de la gente (58%) muestra inquietud por su capacidad para distinguir qué es verdadero y qué es falso al consumir noticias online; se trata de un número similar al del año pasado. La preocupación es mayor en África (73%) y Estados Unidos (73%), y menor en Europa Occidental (46%).
  •     En cuanto a las fuentes de información falsa o engañosa, encabezan la lista global dos grupos con el 47%: influencers y personalidades, por un lado, y políticos nacionales por otro. Los primeros son más señalados en países africanos como Nigeria (58%) y Kenia (59%), mientras que los segundos lo son en Estados Unidos (57%), España (57%) y gran parte del este europeo, como Serbia (59%), Eslovaquia (56%) y Hungría (54%).
  •     A pesar de ello, el público se divide al evaluar si las redes sociales deben quitar más o menos contenidos que podrían ser falsos o perjudiciales, pero no ilegales. En el Reino Unido y Alemania, son más propensos a creer que esa clase de material se elimina muy poco, en tanto que en Estados Unidos la gente de derechas piensa que ya se borra demasiado y los de izquierdas opinan lo contrario.
  •     Detectamos que los chatbots y las interfaces de IA emergen como fuentes informativas, a medida que los motores de búsqueda y otras plataformas integran noticias en tiempo real. Las cifras, en general, aún son relativamente bajas (7% de uso semanal) pero se elevan mucho entre los menores de 25 años (15%).
  •     Frente al empleo de la IA para personalizar mejor los contenidos periodísticos (algo que buscan varios medios), notamos opiniones encontradas en las audiencias, que en algunos casos temen perderse historias importantes. Al mismo tiempo, hay cierto entusiasmo por usos de la IA que hacen las noticias más accesibles o relevantes, como los resúmenes (27%), la traducción a diferentes idiomas (24%), mejores recomendaciones de artículos (21%) y chatbots para consultar sobre las noticias (18%).
  •     Sin embargo, en la mayoría de los países el público en general se mantiene escéptico en torno a la IA en el periodismo, y siente más comodidad cuando existe supervisión humana. Según nuestra encuesta, se espera que estas tecnologías abaraten la elaboración de noticias (+29 de diferencia neta) y las actualicen más (+16), pero también que las hagan menos transparentes (-8), menos precisas (-8) y menos fiables (-18).
  •     Estos datos pueden aportar algo a favor de los medios que esperan que la IA aumente el valor de las noticias generadas por humanos. Observamos que las marcas de confianza (entre ellas, las de servicio público en muchos países) siguen siendo el lugar al que la gente acude con más frecuencia cuando quiere comprobar si algo en Internet es verdadero o falso, junto con las fuentes oficiales (gubernamentales). Y esto ocurre en todos los grupos de edad, aunque los jóvenes son proporcionalmente más propensos a verificar información recurriendo a las redes sociales y a los chatbots de IA.
  •     Otra señal relativamente positiva es que la confianza general en las noticias (40%) se ha mantenido estable por tercer año consecutivo, si bien permanece cuatro puntos por debajo del pico durante la pandemia.
  •     Los medios tratan de diversificar sus fuentes de ingresos y continúan luchando por desarrollar su negocio de suscripciones digitales. La proporción de quienes pagan por las noticias online permanece estable en un 18% tomando a los 20 países más ricos, pero la mayoría sigue contentándose con las ofertas gratuitas. Las cifras más altas se registran en Noruega (42%) y en Suecia (31%), mientras que en Estados Unidos es el 20% y apenas el 6% en Croacia y el 7% en Grecia y Serbia.


Cómo ve el público la moderación de contenidos en las redes

Durante la campaña electoral, Donald Trump se opuso firmemente a la moderación de contenidos y a la verificación de hechos en las redes sociales que, según dijo, sin ofrecer pruebas, censuran las voces conservadoras y "asfixian la libertad de expresión".10 Apenas unos días antes de que asumiera la presidencia, el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, anunció que Facebook e Instagram abandonaban en Estados Unidos sus extensos programas de verificación, y en su lugar llegaban las "notas de la comunidad", al estilo X, donde los usuarios gestionan los comentarios sobre la veracidad de las publicaciones. Mientras tanto, los gobiernos europeos avanzan en la dirección opuesta: buscan trabajar más estrechamente con los verificadores para dar forma a un código contra la desinformación en la Unión Europea, con el objetivo de reducir el discurso de odio y proteger la integridad de las elecciones. La inquietud ha aumentado desde la anulación de las presidenciales rumanas en diciembre de 2024, en medio de acusaciones de interferencia rusa.

En este contexto, consultamos sobre la eliminación de contenido potencialmente dañino u ofensivo, incluso cuando no es ilegal. El 32% indica que las plataformas quitan muy poco y sólo el 18% cree que es demasiado. Este punto de vista es especialmente contundente en el Reino Unido, donde se aplican nuevas normas que exigen a las plataformas intensificar sus esfuerzos para contrarrestar el contenido nocivo y hacer que el entorno sea más seguro,11, lo mismo que en Alemania. Pero la situación es muy distinta en Estados Unidos y Grecia, donde la opinión está dividida.

Las preferencias subyacentes también cambian


Ya hemos sobrevolado la creciente importancia de las noticias online en video y del pódcast periodístico, pero es interesante comparar estas opciones en relación con el texto, que continúa siendo la forma dominante de consumo para la mayoría. ¿En qué medida va cambiando este escenario, y en qué grupos demográficos?

En el promedio de los 48 mercados, observamos que la gente sigue prefiriendo el texto (55%), que proporciona rapidez y control desde la perspectiva del consumidor. Sin embargo, alrededor de un tercio (31%) se inclina por ver las noticias y el 15% opta por escucharlas. Las diferencias entre países son especialmente notables: en la India, México y Filipinas, más personas prefieren ver que leer o escuchar, mientras que en Noruega, Alemania y el Reino Unido la mayoría aún elige la lectura.

Pero incluso en países con una sólida tradición lectora, como Alemania, el Reino Unido y los nórdicos, vemos notables diferencias generacionales. Los jóvenes (especialmente aquellos que tienen entre 18 y 24 años) son mucho más propensos a ver o escuchar las noticias. Esto indica que, con el tiempo, los medios tal vez necesitarán ajustar sus recursos para producir menos texto y más contenido audiovisual.

Esta foto nítida de las preferencias queda respaldada por datos sobre el consumo de video online, que también ha aumentado significativamente en los últimos dos años, tras un período de relativa estabilidad. En Estados Unidos, por ejemplo, la proporción que mira noticias semanalmente ha pasado de poco más de la mitad en 2021 (55%) a casi tres cuartas partes en la actualidad (72%). La mayoría se canaliza en plataformas de terceros (61%) como Facebook, YouTube, X, Instagram y TikTok, y poco en los sitios web o aplicaciones de los medios (29%), lo que refuerza la narrativa sobre el declive de la influencia de la prensa tradicional. En la muestra global, el porcentaje de gente que consume videos en redes sociales ha crecido del 52% en 2020 al 67% en 2025, y quienes miran cualquier tipo de video han pasado del 69% al 75%.

Gran parte de esta transformación se explica a partir del cambio en la estrategia de las plataformas: los algoritmos de Facebook, Instagram y X priorizan el contenido audiovisual, mientras que Google ha añadido una pestaña de videos cortos en sus resultados de búsqueda. Al mismo tiempo, los medios vienen produciendo más videos de diversa duración y los destacan en sus sitios web y aplicaciones. The Economist está entre los editores que han añadido un carrusel de video vertical en su portada, en tanto que el New York Times ha incorporado videos breves inspirados en las redes sociales como vía para resaltar la personalidad de sus reporteros.


 Otros países, como el Reino Unido y Francia, han experimentado un cambio similar en el consumo de video durante los últimos dos años, también principalmente mediante plataformas de terceros. En Finlandia, Noruega y Suecia detectamos un patrón diferente: casi el mismo consumo de video procede de los sitios web, en parte porque tanto las emisoras privadas como las públicas han invertido fuerte en sus propios reproductores de video y han restringido la cantidad de contenido que publican en YouTube o X, por ejemplo. El consumo en redes sociales sigue al frente, pero la brecha se acorta y en Finlandia ahora hay más consumo en los sitios que en todas las plataformas de terceros combinadas.

El cambio de formato y la creciente influencia del pódcast

El pódcast surgió hace más de 20 años como una forma de acceder a programas de audio y distribuirlos de modo más conveniente. Las audiencias solían ser pequeñas, no había un modelo comercial y a los oyentes les apasionaba la naturaleza comunitaria del fenómeno. Pero este escenario se ha puesto en cuestión durante el último tiempo, debido a un crecimiento de las audiencias, una mayor profesionalización y una creciente combinación con el video.

Nuestras investigaciones previas marcan que alrededor de un tercio de la audiencia global consume algún tipo de pódcast mensualmente, sea de contenido especializado, deportes, entretenimiento o estilo de vida. Pero este año hemos cambiado el enfoque y nos centramos en la categoría de noticias y actualidad. Añadiendo el pódcast a nuestra pregunta sobre el consumo informativo, por primera vez podemos comparar su uso semanal con el de la radio, la televisión, la prensa escrita y las otras fuentes digitales.

En las respuestas volvemos a observar diferencias significativas entre países. El consumo más alto del pódcast periodístico se registra en Estados Unidos (15%), lo que refleja una robusta inversión de medios, productores independientes y anunciantes en años recientes. Nuestros datos indican que en ese país una proporción similar consume semanalmente productos impresos (14%) y se informa escuchando la radio (13%). También hay sólidos mercados nórdicos de pódcast, como Dinamarca (12%), Suecia (11%) y Noruega (11%), aunque allí la radio tradicional mantiene su relevancia (33% de alcance semanal en el promedio del norte europeo). En otras partes del mundo el desarrollo es más incipiente, por ejemplo en Italia (6%), Argentina (4%) y Japón (3%).



Este año también incluimos una pregunta abierta: a qué pódcast de noticias la gente presta más atención. Y llevamos a cabo una investigación cualitativa en varios mercados, entre ellos el estadounidense, a fin de analizar las motivaciones para escuchar y para ver. En Estados Unidos existe una clara división entre los programas de análisis vinculados a medios tradicionales, como The Daily (New York Times) y Up First (NPR), y los productos conducidos por personalidades, que se centran en comentar y opinar.

Gran parte de estos se solapan con el crecimiento del ecosistema de medios alternativos (mayoritariamente de derechas) que describimos anteriormente. En muchos casos, su eje no es el audio sino el video: YouTube es ahora el principal canal de distribución de pódcast en Estados Unidos. En cambio, Spotify es la plataforma más popular en el Reino Unido y Alemania, junto con aplicaciones de emisoras públicas como BBC Sounds y ARD Audiothek.ek.


Desinformación online y alfabetización informativa

A medida que el público queda expuesto a una gama más amplia de fuentes informativas no tradicionales a través de las redes sociales y otras plataformas, varias organizaciones internacionales han expresado su preocupación por las implicaciones para la sociedad y las democracias de todo el mundo. El Informe de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial (2025)5 señaló a la desinformación como lo más apremiante para los próximos dos años, y destacó amenazas como el contenido falso generado por IA y la pérdida de confianza en las instituciones.

En nuestra encuesta global, más de la mitad (58%) declara inquietud en torno a qué es verdadero y qué es falso cuando se trata de las noticias online: es una cifra similar a la del año pasado, aunque 4 puntos porcentuales más alta que en 2022. El nivel más elevado de preocupación se registra en África (73%), donde todos los grupos de edad usan las redes sociales para informarse, y también en Estados Unidos (73%), mientras que Europa tiene el índice más bajo (54%). Sin embargo, es importante poner todo esto en perspectiva: según las investigaciones, la gente no suele señalar información objetivamente “inventada” o falsa, sino aquellas narrativas que no coinciden con la propia o percepciones de sesgo (Nielsen and Graves 2017).

En muchos países, los encuestados consideran que sus principales políticos representan la mayor amenaza: sobre todo, en Estados Unidos, donde el segundo mandato de Trump se ha caracterizado por la estrategia de "inundar la zona" a menudo con información engañosa o afirmaciones erróneas (por ejemplo, que Ucrania inició la guerra con Rusia6). El presidente ha utilizado durante mucho tiempo el concepto fake news ("noticias falsas") para vilipendiar a los medios críticos. En varios lugares de África y América Latina y en partes de Asia existe la misma inquietud en torno al papel de influencers y personalidades. Una investigación reciente de la agencia de noticias AFP en Nigeria y Kenia reveló que los partidos políticos o los candidatos de ambos países contrataron a influencers famosos para promover relatos falsos en las redes sociales.7

Al mismo tiempo, un grupo significativo (32%) piensa que los periodistas son una parte importante del problema, sobre todo allí donde se percibe que los medios tradicionales son indebidamente influenciados por agendas poderosas (Grecia y Hungría, por ejemplo). En mercados polarizados como Estados Unidos, la gente de derechas también es mucho más proclive a ver a los medios como una gran amenaza, y varios creen que desinforman deliberadamente al público y promueven una agenda progresista.

En lo que respecta a las redes donde se puede difundir información engañosa o falsa, Facebook y TikTok se mencionan como las principales amenazas en todos los mercados. Facebook ha estado en el centro de la inquietud pública desde que hicimos la consulta por primera vez, mientras que TikTok ya ha superado en preocupación a otras plataformas más antiguas. En Alemania, Irlanda y el Reino Unido, X se considera una amenaza igualmente seria; se sospecha que la falta de moderación alimentó los disturbios en Dublín y algunas ciudades del Reino Unido en 2023 y 2024, y además han provocado bastante indignación las intervenciones de Elon Musk en política nacional.

Las aplicaciones de mensajería como WhatsApp se consideran mayoritariamente amenazas menores, dado que en esos entornos las conversaciones tienden a ser más restringidas, en grupos de confianza. La India representa una excepción notable: es el mercado más grande de WhatsApp y allí las informaciones falsas, incluyendo videos que circularon ampliamente, llegaron a provocar violencia callejera (y muertes).8 El 11% piensa que sus conocidos (entre ellos, amigos y familiares) también contribuyen a difundir la desinformación.

Confianza en las noticias

A pesar de una clara caída en la última década, notamos que la confianza en las noticias se mantiene estable en un 40%. De hecho, no ha tenido cambios en los tres años recientes. Sin embargo, a nivel nacional sí existen diferencias significativas. En Europa, Finlandia tiene la cifra más elevada con 67%, mientras que en el otro extremo se ubican Hungría y Grecia con 22%, y otros sitios del este continental. En África, se destacan Nigeria (68%) y Kenia (65%), pero es importante advertir que allí la muestra corresponde a un grupo de habla inglesa y mayor nivel educativo, de modo que no son números directamente comparables. En estos países, la elevada confianza a menudo coexiste con menores niveles de libertad de prensa: según Reporteros Sin Fronteras, en Nigeria, por ejemplo, la interferencia gubernamental en los medios es considerable.

Porcentaje que confía en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo

 

Al poner la lupa sobre los cambios a lo largo del tiempo, observamos que algunos países europeos grandes, como el Reino Unido y Alemania, han experimentado una disminución considerable en los niveles de confianza en las noticias (-16 y -15 puntos porcentuales, respectivamente, desde 2015). En ambos lugares, la política se ha tornado más divisiva y los medios suelen verse atrapados en el fuego cruzado. Hubo un breve repunte al comienzo de la pandemia, cuando para mucha gente aumentó el valor de las noticias y los niveles de confianza se han mantenido estables desde entonces. En Finlandia y Noruega la confianza ya era alta antes de la pandemia. Allí, el COVID-19 parece haber parado el declive y desde entonces la confianza se ha sostenido o ha mejorado.


Lo que los medios pueden hacer para fomentar la confianza


Si bien reconocemos que algunos motivos que impulsan la caída de la confianza escapan al control del sector periodístico (por ejemplo, las acciones de los políticos), solicitamos a nuestros encuestados su opinión sobre áreas en que los propios medios podrían mejorar. Los cuatro puntos principales son consistentes en todos los países, y también tienen eco de investigaciones previas.12

1. Imparcialidad. La queja más frecuente de las audiencias se relaciona con la percepción de que los medios promueven sus propios intereses en lugar de presentar hechos de modo equilibrado. Mucha gente marca que los periodistas deben dejar de lado sus sentimientos personales. Otro asunto recurrente es evitar el lenguaje malintencionado o sensacionalista.

2. Rigurosidad y veracidad. El público quiere que los reporteros se centren en los hechos, que eviten la especulación y los rumores, y que verifiquen los artículos antes de publicar. Una recomendación que se repite: corroborar declaraciones falsas de otros.

3. Transparencia. Las audiencias desean ver más pruebas que sustenten afirmaciones (incluyendo la divulgación más completa de las fuentes) y una mayor transparencia con respecto a la financiación y a los conflictos de intereses. Se agradecerían correcciones bien destacadas cuando se cometen equivocaciones, y un etiquetado claro y diferenciado de qué es información y qué es opinión.

4. Mejor periodismo. Los encuestados pretenden que los reporteros se dediquen a investigar a personas poderosas y a aportar profundidad en vez de perseguir algoritmos para conseguir clics. Una sugerencia: contratar más periodistas especializados en distintas áreas.

Las audiencias esperan imparcialidad, rigurosidad, transparencia e información original, aunque mucha gente considera que los medios siguen quedándose cortos. La buena noticia es que se trata de cosas que varios periodistas y medios querrían ofrecer. El desafío es que no existe un consenso claro sobre qué significan aquellos términos, especialmente en las sociedades polarizadas. Un caso: añadir información para mejorar la transparencia proporciona datos que grupos hostiles pueden sacar de contexto o utilizar como arma.

Evasión de noticias y bajo interés

La baja confianza y el escaso involucramiento en las noticias se vinculan estrechamente a la “evasión”, un reto cada vez mayor teniendo en cuenta la gran cantidad de opciones para informarse y cuán perturbadoras pueden ser las noticias, de diversas maneras. En el conjunto de los 48 mercados, cuatro de cada diez personas (40%) evitan las noticias a veces o con frecuencia: se trata del número más alto que hemos registrado, junto con el del año pasado. El aumento es constante desde aquel 29% de 2017.

Actualmente, los porcentajes más elevados de evasión de noticias se observan en Bulgaria (63%), Turquía (61%), Croacia (61%) y Grecia (60%), y los más bajas en los países nórdicos, Taiwán (21%) y Japón (11%).


 En investigaciones previas, hemos identificado dos grupos: 1) personas que permanentemente evitan las noticias; suelen tener poco interés por informarse y bajo nivel educativo, y 2) personas que selectivamente evitan las noticias; les cuesta lidiar con la sobrecarga informativa y buscan protegerse en determinados momentos y ante ciertos temas. Este año, hemos vuelto a preguntar sobre los motivos que impulsan tales actitudes. Son numerosos, están interrelacionados y en su mayoría se repiten en todos los países.

Los jóvenes son más propensos a reconocer que sienten impotencia ante problemas existenciales como la inseguridad económica y el cambio climático, y también a decir que las noticias no les parecen relevantes o que pueden conducir a discusiones tóxicas.

Es llamativo constatar que, en todas partes, los menores de 35 años son mucho más propensos a admitir que les resulta demasiado complicado seguir o comprender las noticias. Este dato sugiere que los medios podrían hacer más a fin de mejorar la accesibilidad de la información para jóvenes y otros grupos a los que es difícil llegar.

Si bien los temas relacionados con las guerras, la volatilidad política y el pesimismo económico pueden ser difíciles de cambiar, la prensa dedica esfuerzos a ofrecer distintas narrativas y enfoques para que las noticias sean menos deprimentes y más relevantes.


La inteligencia artificial y las noticias

Para analizar más ampliamente las actitudes de las audiencias con relación a la IA generativa, este año hemos repetido las preguntas sobre el grado de comodidad ante los dos escenarios más comunes: 1) el contenido periodístico producido principalmente por la IA, pero con cierta supervisión humana, y 2) el contenido periodístico producido principalmente por humanos, con cierta ayuda de la IA.

Durante el último año, más periodistas han utilizado la IA generativa como apoyo en su trabajo, ya sea en investigación, transcripción, sugerencia de titulares o resúmenes y otros fines. También hemos registrado un aumento de casos de la IA generando artículos automáticamente. Reach, el mayor editor regional del Reino Unido, utiliza una herramienta llamada Gutenbot para colaborar en la reescritura de historias que se publican en los diferentes sitios web de su red, mientras que el tabloide alemán Express.de tiene un bot denominado Klara Indernach que según dicen ha producido más de 1.500 artículos, lo que representó el 10% de las notas leídas.13

En líneas generales, el público se mantiene escéptico ante la automatización de la producción de noticias, al igual que en nuestro informe anterior. Pero h

ay más receptividad cuando los periodistas usan la IA como una asistencia. Este año notamos otra vez que los grupos jóvenes (más propensos a usar chatbots de IA con regularidad) sienten mayor comodidad que los demás. Y también observamos un escepticismo superior en Europa que en Estados Unidos, donde las grandes tecnológicas invierten fuertemente en IA.


El smartphone se apodera de nuestro tiempo

Si bien el teléfono inteligente lleva casi 20 años entre nosotros, no hay indicios de que su impacto esté disminuyendo. Y esto, a su vez, continúa impulsando cambios en la manera en que accedemos a las noticias y los formatos que usamos para consumirlas. Un modo de comprender este fenómeno es preguntando cuál es el primer dispositivo que se emplea cada mañana.

Así logramos tener una idea de los hábitos en un momento crucial: cuando la gente busca información para su jornada. Tomando como ejemplos el Reino Unido y Estados Unidos, notamos cómo la radio y la televisión han sido eclipsadas por la comodidad que ofrecen estos potentes dispositivos personales.



Las noticias locales, bajo presión

Si bien muchos periódicos nacionales de alta gama ahora ven un camino hacia la rentabilidad mediante una combinación de suscripciones digitales y fuentes de ingresos diversificadas, existe una creciente preocupación por el futuro del periodismo local. En Estados Unidos y gran parte de Europa, los diarios locales y regionales han tenido dificultades para adaptarse a la transición hacia lo digital, y los consumidores han encontrado formas más eficientes de obtener esa clase de servicios.

Nuestro informe de este año exhibe la magnitud de este desafío. La gente suele manifestar en las encuestas su interés por las noticias locales, pero la mayoría de nuestra muestra piensa que los medios locales (TV, radio y periódicos) sólo merecen ser consultados por asuntos de política local, noticias locales como delitos y siniestros viales, y avisos como los obituarios de residentes. Las plataformas o aplicaciones especializadas tienden a verse como mejores fuentes para actividades, cultura, transporte, la previsión del tiempo y compraventa de productos, todas áreas que solían dominar los medios locales. Esto explica, en parte, los inconvenientes que afronta el periodismo local en muchos países, y por qué modelos como los paquetes y la agregación ofrecen un camino potencialmente prometedor.

Sobre España

El panorama mediático español se ha visto influenciado por presiones políticas, disputas legales y debates sobre la radiodifusión pública. Las elecciones al Parlamento Europeo y a las asambleas regionales han intensificado las tensiones, y tanto el gobierno como la oposición han utilizado las acusaciones de desinformación como herramienta política. Mientras tanto, los cambios regulatorios y las intervenciones gubernamentales han suscitado preocupación por la libertad de prensa, la independencia de los medios y la sostenibilidad financiera de los medios de comunicación. 

La interferencia política en los medios ha suscitado preocupación por la libertad de prensa en España. Tanto el gobierno como la oposición han sido acusados ​​de presionar a los periodistas y de manipular las narrativas mediáticas. El gobierno distingue entre los medios establecidos que apoya y los llamados "pseudomedios", que, según afirma, promueven intereses de extrema derecha. Los críticos argumentan que este enfoque se utiliza para desacreditar las voces disidentes, tanto en la prensa general como en las plataformas digitales, en particular las que cubren juicios delicados que involucran a la familia del primer ministro y a otros funcionarios del gobierno.  

Como parte de su Plan de Acción para la Democracia Española, el gobierno ha asignado 124,5 millones de euros en subvenciones a los medios de comunicación, oficialmente para apoyar la digitalización y el periodismo de calidad. Las autoridades argumentan que esta financiación ayudará a los medios tradicionales, que atraviesan dificultades, a competir con los medios digitales sensacionalistas. Otra medida controvertida es la propuesta de un registro obligatorio de medios, que exige a los medios revelar su propiedad e ingresos publicitarios. Si bien el gobierno la presenta como una iniciativa de transparencia, los críticos advierten que podría utilizarse para presionar a los medios críticos con la administración. Además, persiste la preocupación de que una mayor dependencia financiera de la financiación estatal pueda comprometer la independencia editorial. 

CONFIANZA 

Con la desinformación convirtiéndose en un tema de la agenda política y mediática, y utilizándose como arma electoral, la confianza en los medios ha caído a su nivel más bajo en la última década (31%), afectando a todas las marcas de noticias seleccionadas. Los periódicos locales y regionales siguen siendo los que más confianza generan entre el público (51%), mientras que la cadena pública RTVE ha caído 5 puntos porcentuales (48%).

OPINIÓN PÚBLICA SOBRE LA CONFIANZA EN LAS MARCAS 

En la encuesta solo se incluyeron las marcas mencionadas. No debe considerarse una lista de las marcas más o menos confiables, ya que no es exhaustiva.

Los cambios en la propiedad de los medios han moldeado aún más la industria. A finales de 2024, tras un decreto ley (un proceso legislativo acelerado) aprobado por el gobierno en octubre, José Pablo López fue nombrado nuevo presidente de RTVE, la radiotelevisión pública española. La reforma aumentó el consejo de administración de RTVE de 10 a 15 miembros y redujo los criterios de nombramiento por parte del Parlamento de una mayoría de dos tercios a una mayoría simple. También reforzó significativamente la autoridad del presidente, al tiempo que redujo el papel del consejo en la toma de decisiones. Con un presupuesto anual de 1.200 millones de euros, 6.500 empleados y pérdidas que ascenderían a unos 30 millones de euros en 2024, López introdujo un plan de reestructuración que incluía la creación de un centro de noticias central, reformas estructurales y una reducción del 15 % en los puestos directivos. Sin embargo, críticos en los medios de comunicación y la política, incluidos partidos de la oposición y algunos periodistas, argumentan que estos cambios sirven principalmente para consolidar la influencia del gobierno sobre la radiodifusión pública.  

Uno de los cambios más notables en la televisión española ha sido la rivalidad entre dos programas de entrevistas muy populares: El Hormiguero, de Pablo Motos, y La Revuelta, presentado por David Broncano. Este último se trasladó recientemente a la cadena pública RTVE, una decisión, según se informa, impulsada por José Pablo López cuando era director de Contenidos de RTVE. El respaldo del gobierno al programa de Broncano, así como las condiciones tan favorables que le ofreció, han suscitado especulaciones sobre si su nombramiento formaba parte de una estrategia mediática más amplia. Aunque inicialmente La Revuelta estuvo a punto de superar a El Hormiguero con un 17,1% de cuota de audiencia, el programa de Motos ha recuperado desde entonces su posición dominante en la televisión nocturna, manteniendo su postura crítica hacia el gobierno. 

Los muros de pago son un desarrollo relativamente reciente en España. En cuanto a número de suscriptores, El País se mantiene dominante con 400.000, mientras que El Mundo (163.000), La Vanguardia (145.000) y Expansión (110.000) son los otros líderes. A pesar del crecimiento constante, gran parte del aumento de las suscripciones se debe a las ofertas promocionales. En el sector de la prensa, se están produciendo cambios significativos: el accionista mayoritario de PRISA, Joseph Oughourlian, asumió la presidencia de El País en marzo de 2025 tras la dimisión de Carlos Núñez al ser rechazados los planes para un nuevo canal de televisión digital terrestre. Por otro lado, Vocento, propietario de ABC y 18 periódicos regionales, cerró recientemente su medio digital deportivo Relevo, lo que provocó la pérdida de empleo de unos 72 periodistas y pérdidas por valor de 92 millones de euros. 

REDES SOCIALES, MENSAJERÍA Y REDES DE VIDEO

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

La inteligencia artificial está transformando el panorama mediático. Según una encuesta a 60 ejecutivos de medios españoles, el 57% de las organizaciones de noticias ya han incorporado herramientas de IA, mientras que un 37% adicional planea hacerlo pronto. La IA se utiliza principalmente para la generación de contenido (68%), el análisis de datos (63%) y la automatización de los procesos editoriales y de producción (63%) (KPMG 2025). 

MERCADO PUBLICITARIO

Finalmente, a pesar del aumento de la inversión publicitaria, persiste la preocupación por la sostenibilidad de los medios tradicionales. Entre los desafíos se incluyen el rápido crecimiento de la publicidad digital, el dominio de las plataformas tecnológicas globales y los cambios en los hábitos de consumo. El mercado publicitario español experimentó un crecimiento moderado en 2024, con un aumento de la inversión total del 3,8%, hasta los 13.080 millones de euros. Television siguió siendo el líder medio publicitario (1.857M€, +2,1%), seguida de la publicidad en buscadores (977 millones de euros, +2,7%) y redes sociales (856M€, +8,5%). 88 

Aurken Sierra, Roncesvalles Labiano Juangarcía, María Fernanda Novoa-Jaso, y Alfonso Vara Miguel. Universidad de Navarra

Conclusiones Generales

Durante la última década, nuestro informe ha documentado cómo los dispositivos móviles y las poderosas plataformas tecnológicas han transformado al sector periodístico, cambiando el contenido que la gente ve, la forma en que se presentan las noticias y los modelos de negocio de los principales medios. Ahora, los desafíos para la prensa institucional se intensifican gracias a un ecosistema alternativo basado en plataformas, que incluye youtubers y creadores de pódcast, y ha mostrado ser atractivo tanto para el público como para los políticos, muchos de los cuales ya no sienten la necesidad de someterse al escrutinio del periodismo. El crecimiento de redes de video como YouTube y TikTok, que vuelve a destacarse este año, impulsa la tendencia hacia propuestas que giran en torno personalidades, que suelen ser partidistas. Varias voces temen que los hechos pasen a un segundo plano en este entorno y que sea más difícil distinguir qué es verdadero y qué es falso.

De todos modos, estas mismas tendencias a veces también ofrecen la esperanza de lograr más diversidad de expresiones y un espacio para miradas alternativas en sitios donde la libertad de prensa se ve limitada. Además, hay lugares donde los creadores e influencers aportan formas innovadoras y originales de contar historias y construyen comunidades de maneras nuevas y potentes. Estas iniciativas tienen mucho que enseñar a los medios tradicionales sobre cómo conectar con las audiencias jóvenes y difíciles de alcanzar, y cómo combatir la evasión selectiva de noticias y la fatiga informativa.

En todas partes se registran desafíos comunes en torno al ritmo del cambio y a cómo adaptarse a un entorno digital que cada año parece volverse más complejo y fragmentado. El surgimiento de la IA generativa como fuente de noticias incrementa la incertidumbre, ya que las compañías tecnológicas incorporan rápidamente estas tecnologías a sus servicios. Y los jóvenes, en particular, recurren a la IA tanto para informarse como para verificar datos. Ya detectamos un uso mucho mayor de la IA generativa en partes de Asia y África: allí, la comodidad ante la IA vinculada al ámbito informativo es mucho mayor que en Europa, donde el público permanece más escéptico.

Esto afecta a la rapidez con la que los medios sienten que pueden innovar y cambiar. Buscan emplear la IA para aumentar la eficiencia y para mejorar la relevancia del contenido mediante la personalización de la selección y los formatos de las noticias: nada de esto les ofrece una solución milagrosa, pero forma parte de un conjunto de herramientas que les aporta la esperanza de reconstruir la conexión con las audiencias y proporcionarles mayor valor. En este sentido, algunos editores piensan en paquetes que combinan noticias y contenidos sobre estilo de vida, que reorganizan diferentes títulos y formatos, o que licencian contenidos a plataformas de IA, aunque muchos siguen luchando por convencer a la gente de que vale la pena prestar atención a sus noticias, e incluso pagar por ellas.

El peligro es que los medios usen la automatización para reducir costes y para perseguir nuevos algoritmos de IA. En parte ya está pasando, aunque es evidente que la gente no quiere más contenido; se siente saturada, y desde luego no desea titulares sensacionalistas optimizados para agregadores de IA. Nuestro informe es muy claro: en todos los países, el público espera más imparcialidad, más rigurosidad, más transparencia y, sobre todo, más cantidad y calidad de periodismo original.

Los medios de confianza siguen siendo la primera opción de mucha gente a la hora de verificar información o de recibir alertas sobre noticias importantes de última hora, aunque ya no los necesiten con tanta frecuencia como antes. También es notable que los avances de la IA se producen en momentos en los que la conexión humana parece más relevante que nunca, en función de otras tendencias destacadas en este reporte, como los contenidos centrados en las personalidades. La tarea de la prensa es saber cómo adaptarse a estas nuevas realidades, adoptar la tecnología donde sea pertinente manteniendo la supervisión humana, y hacer noticias más atractivas y personalizadas, sin comprometer los valores que atraen a la gente hacia sus marcas.

El Informe Ejecutivo completo, se puede leer pinchando este enlace.

El Reuters Institute Digital Newa Report 2025 se puede leer completo en este enlace.

 

 

 






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