Objetivo de los independentistas catalanes: que los españoles paguemos sus deudas como paso previo a su independencia

Luisondome


Los sucesivos gobiernos catalanes, y especialmente los partidos independentistas, han convertido el llamado “Pacto Fiscal” en su principal objetivo a medio plazo. Ahora se trataría de negociar un nuevo sistema de financiación específico para Cataluña inspirado en el modelo foral de concierto o convenio que se aplica en el País Vasco y Navarra. Con este nuevo sistema de financiación, la Generalitat pasaría a regular y recaudar todos los impuestos y pagaría a la Administración central una cuota o cupo que sería sensiblemente inferior los ingresos que ésta obtiene ahora en territorio catalán con el fin de reducir el déficit fiscal de la región. De esta manera se llegaría a una situación de deuda de prácticamente 0, paso previo necesario para lograr una segregación del Estado, una independencia en las mejores condiciones que aseguraría su prosperidad futura, la de ellos, si, pero a costa de todos los españoles. Por estas razones,

  • Cataluña quiere que se le condonen los mas de 98.000 millones que deben al FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), y los mas de 15.000 millones que deben a otras instituciones del Estado, públicas y privadas.
  • También quieren que se reduzca su contribución a la caja común del Estado, que son otros 20.000 millones, con los que se financian los servicios básicos del resto de comunidades autónomas para que todas dispongan de estos servicios en igualdad de condiciones, pretendiendo la eliminación de todo atisbo de solidaridad interterritorial por parte de Cataluña con el resto del Estado,
  • Teniendo en cuenta que Cataluña es, de lejos, la autonomía más beneficiada por los mecanismos extraordinarios de financiación y ayuda que puso en marcha el Estado a partir de 2012 para hacer frente a la crisis de deuda que, por entonces, sufría la zona euro y, muy especialmente, España,  
  • Teniendo en cuenta que esta región ha recibido más de 135.000 millones de euros a través de los diferentes fondos diseñados para inyectar liquidez en las arcas autonómicas y locales, evitando así que dichas administraciones, sobre todo las más irresponsables y despilfarradoras, tengan que acudir a los mercados para cubrir todos sus gastos,
  • Teniendo en cuenta que con estos fondos Cataluña ha financiado las actividades de índole separatista, como costear su actividad internacional, como las embajadas que tiene abiertas en diferentes países del mundo, o financiando a organizaciones como la ANC y otras,
  • Teniendo en cuenta que sumada toda esta deuda, y repartida entre los españoles nos supone a cada uno de los contribuyentes una carga de 11.000 euros,

Esto es lo que piden los independentistas catalanes para que le den su voto para la investidura a Pedro Sanchez. Ahí es nada. La equiparación de la financiación de Cataluña, con la que tienen el País Vasco y Navarra, supondría según el CSIC recortar hasta en un 12% la financiación del resto de autonomías. Esta idea sentaría un precedente para un posible federalismo asimétrico a la carta, que ahondaría las desigualdades que ya hay entre las autonomías mas ricas y con mas recursos, y las mas pobres, las que menos recursos tienen. 


Estos independentistas no solo quieren separarse de España para construir un estado propio, pretenden que primero paguemos sus deudas, para que así reciban un territorio sin deber un euro. Vamos: que les regalemos el suelo y sus recursos e infraestructuras y que nosotros le paguemos la hipoteca. Por esta vía y con ese dinero que no es mío, me compraría yo cientos de pisos, uno en cada ciudad de mas de 20.000 habitantes, y aún me sobraría mucho dinero para gastar en otras muchas cosas y vivir a cuerpo de rey. 


Cualquiera que sea el resultado final de la negociación para la investidura, los preliminares de esta para que Sánchez revalide su mandato, ya arrojan una factura de casi 100.000 millones de euros, unos 6.300 euros por cada familia, excluyendo a catalanes, vascos y navarros, e incluyendo a los madrileños, que no le deben un solo euro al FLA. Pero lo peor de todo es que, más allá de su coste o de su inviabilidad económica, tanto la condonación de deuda como la creación de una financiación exclusiva y a la carta para Cataluña es una aberración, porque lo que están haciendo los catalanes y los socialistas, especialmente los del PSC, es cuando menos,

  • Injusto porque el resto de españoles no tienen por qué pagar los despilfarros y desmanes de los políticos catalanes
  • Perverso porque supone premiar a los gobiernos manirrotos, al tiempo que se castiga a los más responsables y que mejor administran el dinero que es de todos.  
  • Perjudicial porque condonar la deuda supone, en última instancia, incumplir un compromiso de pago, agravando con ello la imagen de inseguridad y desconfianza que proyectaría España en el exterior, lo que podría afectar negativamente a los intereses de la deuda del país.
  • Inconstitucional, porque incumple no solo la constitución, sino varias leyes orgánicas y otras legislaciones menores.

Un acuerdo de este tipo sería un buen negocio para los independentistas, sin duda, pero pésimo para el resto de españoles, y no ayudaría a los intereses de ninguna de las partes, ya que sólo servirá para excitar sentimientos de agravio dentro de Cataluña y de rechazo fuera de ella, alimentando así un sentimiento de confrontación entre catalanes y españoles del que ya tenemos alguna que otra experiencia de confrontación en nuestra historia reciente, y no tan reciente.




El artículo fue publicado el 3 de Agosto de 2023

Comentarios

Entradas populares de este blog

Algo huele a podrido en el Parlamento Europeo

2024: el año en que la democracia afrontará su mayor reto en América

Cómo un beso no deseado desató un drama deportivo nacional