Un beso destapó la pregunta: ¿Que está pasando con el futbol en España?

Luisondome

El beso de la discordia ente la Princesa Sofía y la Reeina de España

El triunfo de la Selección Española Femenina de Futbol en el Campeonato del Mundo celebrado en Sidney, no tuvo repercusión normal, como debiera de ser. Lo que no es normal es que desde entonces, en medio mundo sea tema de conversación la actitud y las meteduras de pata del Presidente de la RFEF (Real Federación Española de Futbol) por su nefasto comportamiento tanto en el palco de autoridades, desde donde vio el partido junto a Su Majestad la Reina Leticia y la Princesa Sofía. En los medios de comunicación además de comentar y condenar los hechos, salieron a relucir todos los temas polémicos que tuvieron lugar durante su mandato, como el caso de la corrupción en el arbitraje, los Supercopa Papers, los líos con la Liga y algunos clubes y Federaciones Territoriales, y algunas diferencias personales que le complicaron la vida.


Durante su mandato, Rubiales tuvo sus aciertos y sus errores, pero cuando se hace balance de su gestión a cargo de la RFEF, hay que decir que este es positivo, pues cambió muchas cosas para poner al día una institución que estaba sujeta al pasado lo que impedía su progreso. Por ello haré un repaso de la cara de su moneda: sus logros, y la cruz de esta: sus líos.


Cara: sus logros

  1. Su campaña para alcanzar la Presidencia de la RFEF
  2. Cambió de arriba abajo a la RFEF.
  3. Quizás el mayor acierto de Rubiales ha sido ése: ir ganándose al personal.
  4. Incluir a algunas mujeres en puestos de responsabilidad.
  5. Cambió la relación de la Federación Nacional con las Territoriales. 
  6. Su presidencia coincide con los éxitos deportivos de las Selecciones Nacionales
  7. Mérito suyo es el crecimiento de los ingresos de la RFEF y el manejo de esos dineros


Cruz: sus líos

  1. Su relación y sus conflictos con La Liga
  2. Su relación y sus conflictos con el Gobierno
  3. La relación entre la RFEF y La Liga
  4. La RFEF, el feminismo, y la igualdad de género en el futbol
  5. La RFEF y los sindicatos de futbolistas
  6. Los escándalos y la corrupción en el Futbol



Sus logros


  1. Su campaña para alcanzar la Presidencia de la RFEF. Para promocionarse, Rubiales se recorrió España en el Volvo de su tío Juan, futuro director del gabinete presidencial y persona clave en su acorralamiento posterior una vez que fue cesado, dicen, por haber aglutinado demasiado poder. Rubiales quiso pulsar el sentir del fútbol nacional en una contrarreloj a pecho descubierto que le había inspirado Pedro Sánchez. Rubiales siguió el ejemplo del hoy Presidente del Gobierno y en aquel entonces aspirante a presidir su partido, y obtuvo el mismo resultado: se hizo con la presidencia de la Institución. El resultado de aquel tour dio alas al exfutbolista. Tenía clara su victoria: "La RFEF es un Miura, pero estoy convencido de que tengo el apoyo mayoritario. He dado este paso por responsabilidad y porque me lo han pedido. Sé que hay personas muy poderosas a las que no intereso, pero hay gente del fútbol que me quiere ver ahí. Yo confío en la nobleza y por eso seré presidente. No soy dudoso, en AFE limité los mandatos y no estaré en la RFEF 29 o 30 años". Así de tajante fue.
  2. Cambió de arriba abajo a la RFEF. El haber Acabado con 29 años de reinado del anterior presidente Villar, le hizo acumular elogios desde todos los rincones excepto del de La Liga, entre otras cosas porque tuvo la habilidad de cambiar las estructuras a base de mantener en unos casos, e incluir en otros, a varios presidentes autonómicos investigados que aún hoy tiemblan por las causas que hay abiertas contra ellos, e incluir a varias mujeres en cargos de responsabilidad, algo que se interiorizó también como una clara decisión de modernidad.
  3. Su habilidad para ir ganándose al personal de uno en uno. Siempre supo rodearse con personas que tenían capacidad para apoyarle, bien sea desde el futbol, bien desde la política, bien desde los medios de comunicación, bien desde los poderes financieros. Si bien inicialmente creyó que todos sus supuestos apoyos siempre le serían fieles, no siempre fue así. Por ejemplo, cuando presentó a David Aganzo como su delfín, tampoco podía sospechar que éste sería ahora uno de sus grandes enemigos -con permiso de Yolanda Díaz y Miquel Iceta-, ya que en los juzgados aún se dirime si Rubiales le puso un detective, como denunció el exdelantero del Real Madrid, para vigilar sus relaciones y movimientos. Otro acierto fue nombrar vicepresidente primero a Andreu Subies, de la Federación Catalana, que fue acogido como un gesto de inteligencia porque le había catapultado hacia la Presidencia, pese a que luego llegó a estar detenido, siendo empujado finalmente a marcharse por la puerta de atrás para poner ahí a Antonio Suárez (acusado también de desfalco). Tampoco hubo demasiadas objeciones por que incluyera en su equipo a más presidentes autonómicos que estaban siendo investigados y que aún hoy tiemblan por las consecuencias que aún puedan producir las causas que hay abiertas contra ellos. Rubiales ha ayudado a mucha gente. Por ejemplo, fichó nada más llegar a Ettien, su compañero en el Levante que pasaba necesidad, para hacer de chófer y lo que surgiera. A Chema Timón pasó de confiarle las redes sociales como becario en AFE, y tenerle después como su jefe de prensa en la campaña rumbo a la RFEF, a nombrarle director del gabinete de presidencia en sustitución de su tío carnal Juan y con un sueldo estratosférico. Albert Luque y Antonio Gómez-Reino son sus acompañantes. Gestos así ha tenido cientos.
  4. Incluyó a varias mujeres en cargos de responsabilidad, algo que no se había hecho anteriormente y que se interiorizó también como una clara decisión de modernidad. "Un gran éxito sin cubrir cuotas para aparentar" que luego se fue al traste. Ana Muñoz, Lola Martelli, Marisa González, Elvira Andrés y algún fichaje más, o están fuera o están relegadas en otras labores con más sombra. Ese camino también lo recorrieron el director financiero Ángel Álvarez y Velasco Carballo. Varios de ellos y ellas reconocen off the record que tras ayudar a poner la maquinaria en marcha, destacar, opinar y no obedecer se convirtió en algo peligroso.
  5. La RFEF cambió su forma de actuar con las Territoriales. La RFEF cambió su forma de actuar por completo con las Territoriales. Antes sólo algún que otro presidente tenía un sueldo, como Vicente Muñoz, de la Valenciana (unos 70.000 euros), y el resto cobraba dietas y gastos de viajes. Una jugosa compensación que podía dispararse hasta los 4.000 euros mensuales y que empujaba a los directivos a apalancarse en Madrid. Rubiales acabó con esa deriva y dotó a cada federación regional con 100.000 euros para su profesionalización. Unos utilizaron ese dinero para asignarse una nómina fija y otros, para hacer reformas en su institución. Lo que es evidente es que con el cambio todos se entienden mejor, porque todos están mucho mejor.
  6. Los éxitos deportivos de las Selecciones Nacionales durante su mandato. Estos cinco años son para Rubiales y para el país, con algún que otro disgusto por el camino, para sacar pecho: la Absoluta viene de ganar la Nations League, de la que ya fue finalista en la edición anterior, y de ser semifinalista en la Euro de 2021; la Olímpica se colgó la plata en Tokio; la Sub-21 ganó el Europeo en 2019; y la Sub-19 hizo lo propio dos años antes. Además, las selecciones femeninas han sido campeonas del mundo en este periodo en categoría Absoluta -con el gol de Olga Carmona el pasado domingo- y la Sub-20 también fue campeona, se ganó dos veces el Mundial Sub-17 más un Europeo, y en otras dos ocasiones se reinó en Europa con la Sub-19. La ambición por ganar siempre le ha importado más que ser políticamente correcto.
  7. El crecimiento de los ingresos de la RFEF y el manejo de esos dineros. De estos éxitos viene el fuerte incremento de los ingresos federativos. La Federación que heredó Rubiales con una estructura tercermundista tenía unos 160 millones de presupuesto. En la actualidad, una vez consolidado un sistema financiero y de contabilidad y tras alzar varias alfombras, esa cifra se ha disparado a 382. Siendo el logro más notorio, no es por el que se muestra más radiante Rubiales. Él presume más de haber sacado 40 millones por una Supercopa con la final four que se vio en 180 países del mundo y que los propios clubes pedían eliminar anteriormente porque era deficitaria. Lo que no esperaba es que esta iniciativa fuera su talón de Aquiles. Este crecimiento también tuvo consecuencias negativas para Rubiales y para la Federación. Pero de esto hablaremos en el capítulo de los líos. La Asamblea le aprobó que cobrase un sueldo de 160.000 euros fijos al año más variables del 0,15% de los ingresos totales anuales liquidados, excluidas las subvenciones públicas. Rubiales pasaba a percibir el 0,6% de los patrocinios que consiguiera para la Federación hasta el tope del 0,175% del presupuesto y, además, tendría derecho a una vivienda en Madrid, ya que su residencia estaba en principio en Valencia. Una contraprestación con más de 30 años de tradición que luego trajo mucha cola. En total, 106 asambleístas aprobaron su retribución, con cinco abstenciones y sin votos en contra. Se acordó que su presencia en FIFA y UEFA sería altruista de inicio, pero las cosas cambiaron después, y se lleva según El Confidencial, 250.000 euros por su presencia en el organismo europeo donde cada vez tiene más peso. De ese contrato con Arabia que se extenderá hasta 2029, la Federación prefiere quedarse con que aporta 20 millones al fútbol no profesional, que da entre 60.000 y 70.000 euros a cada club de Tercera Federación, 190.000 a los de Segunda Federación y 350.000 euros a los clubes de Primera Federación porque han tenido que compensar los derechos de televisión que se cayeron. Se ha pasado durante su mandato de dar 8 millones en ayudas a 112, evitando que se destruyan entre 300.000 y 400.000 licencias.



Sus líos


  1. Su relación con otras Instituciones que tienen que ver con el futbol, y sus conflictos con La Liga. Víctor Martín, jefe de gabinete de presidencia de LaLiga, resumía así el malestar general de los clubes profesionales. "La presidencia de Rubiales no ha supuesto el cambio que necesitaba nuestro deporte. No ha sido capaz de trabajar para dotar de un modelo a la Primera RFEF que garantice que un club que desciende de la categoría profesional no vea condenada su viabilidad. Muy al contrario, es muy deficitaria con unas pérdidas estimadas de 40 millones para esta temporada. Está más pendiente de dinamitar las medidas de crecimiento profesional que de cumplir con sus responsabilidades. Estos cinco años suponen un periodo de deterioro progresivo. No ha sabido estar a la altura de la institución, tratando de mantener un control férreo y castigando de manera evidente a quien desafíe ese control. Pero sin duda, los llamados Supercopa Files, el pago de espionajes a terceros, las grabaciones a distintas personalidades o su nula gestión del Caso Negreira, entre otros, hacen difícilmente justificable su trayectoria y su continuidad".
  2. Su relación con el Gobierno y las Instituciones Españolas y Europeas. Al inicio de su mandato en la RFEF, estuvieron presentes en los actos de la Federación tanto  Infantino (FIFA) como Ceferin (UEFA). Pero después, el surgir de algunos asuntos sucios en la Federación hizo que estos se alejaran de ella. Cualquier noticia que se produjera en el mundo del fútbol en un clima tan caldeado, era y sigue siendo una buena excusa para avivar el conflicto. Si Rubiales sacaba su Decálogo de Valores, la oposición se lo tomaba a broma. Si Miguel Cardenal, antiguo secretario de Estado para el Deporte, fichaba por Mediapro, en Las Rozas se llevaban las manos a la cabeza por ligar ese movimiento a su influencia en 2015 en el histórico Real Decreto audiovisual que Tebas y Roures abanderaron ("es un escándalo"). Mientras, Rubiales, con fama de duro negociador e inquieto delegando, gobernaba con mano de hierro de puertas para adentro con los que seguían sin unirse a su causa. Llegó a aprovechar una reunión con las Territoriales para exigirle al Presidente de la Vasca, Luis Mari Elustondo, la dimisión por pedir a la UEFA su independencia de la Española. Y retiró las competencias al presidente castellano-leonés Marcelino Maté al estallar el Caso Burgos. Un hombre que en un periodo de interinidad llegó a presidir desde la Gestora la final de Copa del Rey entre el Barça y el Sevilla en el Metropolitano; aquélla de la despedida de Iniesta.
  1. La relación entre Rubiales (RFEF) y Tebas (La Liga). Javier Tebas ya las había tenido tiesas con él a cuento de una amenaza de huelga en 2015 cuando tripulaba el sindicato de futbolistas. La Guerra Fría que viven La Liga y la Federación ha tenido mucho que ver en el actual estado de tirantez. Todo empezó a torcerse con el famoso partido del campeonato nacional que la patronal quiso celebrar en Miami. Primero un Girona- Barcelona y, más tarde, tras la espantada culé por la judicialización del caso, un Villarreal- Atlético. AFE se posicionó en contra, como la Federación, hasta que empezó a haber acuerdos entre LaLiga y el sindicato que no gustaron nada a Rubiales. No es casual que Aganzo acabase saliendo en 2021 de una Junta de la RFEF en la que habían entrado, momentáneamente, Florentino Perez, Presidente Del Real Madrid, Bartomeu que por aquel entonces presidía el Barcelona F.C., y Enrique Cerezo, Presidente del Atlético de Madrid.Al principio de su mandato, Rubiales acudía a alguna Asamblea de La Liga, pero        finalmente acabó por no ir a ninguna más. Los clubes estaban de uñas. Incluso con el                             Real Madrid volvió a encararse una vez superado el lío con Lopetegui. Primero con el VAR (Florentino Pérez le llamó para quejarse), luego por el Caso Negreira y el amago de huelga arbitral liderado por Medina Cantalejo por tal persecución y, recientemente, hasta con el horario de la última final de Copa en vísperas del Manchester City. El presidente blanco se lo afeó delante de varios testigos en la cena de gala previa. El Pacto de Viana, propuesto en abril de 2020 por la expresidenta del CSD Irene Lozano, pareció devolver la normalidad en este juego de tronos, pero no fue así. Pese a que en el acuerdo la Federación arrancó 200 millones a La Liga para distribuir en cuatro años entre el deporte nacional, para satisfacción de Alejandro Blanco (COE), y a cambio de que se reiniciaran las competiciones y se salvaran los contratos televisivos, Rubiales quiso más. Al final de las nueve horas de reunión pidió que Tebas retirara todas las demandas contra él. Lo que parecía día de paz en mitad de un drama nacional, acabó con más roces y cruce de comunicados. El acuerdo de La Liga con CVC para crear La Liga Impulso fue otro motivo para enfrentarse a tumba abierta.
  1. La RFEF, el feminismo y la igualdad de género en el futbol. Un buen día, la vicepresidenta de la Federación Ana Muñoz le dio otro disgusto. Anunció que dejaba su cargo y Rubiales nombró a Elvira Andrés -responsable de Compliance- como sustituta, creando el Observatorio de Igualdad. Ahora no están ni una ni la otra al frente. Y después de los últimos acontecimientos, se alegran mucho de ello desde la distancia. Muñoz, que fue nombrada en 2018 para asuntos de Integridad, avalada tras su paso por el CSD, había sido el único miembro de la Junta que votó por apartar a Andreu Subies y, desde que se fraguó todo el contrato, no veía claridad en el acuerdo de la Supercopa con Arabia. Algo olía mal. Los medios, a su vez, ya se estaban haciendo eco de que el exjugador del Barcelona Gerard Piqué, a través de su empresa Kosmos, hizo de intermediario. Lo que se conoció después fue el precio que la RFEF supuestamente pagó por ello. El CSD, con José Manuel Franco en su día a la cabeza, se puso de perfil ante los líos federativos, como ha hecho hasta ahora. Un "no me parece ni ético ni estético", alguna carta protocolaria a modo de aviso y poco más. Mientras, tanto la Fiscalía Anticorrupción, como uno de los  juzgados de Majadahonda, siguen investigando desde hace un año con una parte de sus pesquisas bajo secreto de sumario. Pero el fútbol femenino también comenzaba a agitarse. Lo de ahora sólo es la gota que colma el vaso. Otra vez un título le hubiera venido como anillo al dedo para desviar algo la atención y coger aire. Pero ni en las victorias se libra de las críticas. La RFEF de Rubiales, que llegó a emitir el 5 de noviembre de 2020 un informe negativo en el CSD para que el futbol femenino no fuera profesional, tuvo que ir cambiando el paso hasta anunciar 7 meses después que destinaría 20 millones de euros para su impulso. Era su respuesta a la amenaza de huelga en la Primera Copa Iberdrola. Con Iñaki Mikeo ya fuera de la dirección, ni el nombramiento de María Tato, ni el posterior de Ana Álvarez, aportaron la estabilidad deseada. Para colmo, saltó a la palestra la crisis de las 15 jugadoras de la Selección Absoluta frente a su seleccionador Jorge Vilda, resuelta gracias al reconocimiento de muchos fallos que se negaban, a la ejecución de diversas mejoras plasmadas en la última concentración, y también debido a la denuncia de las que se quedaron en casa por defender unos ideales que sirvieron de catapulta aunque no tuvieran medalla. En cada sección federativa, fuera la que fuera, había ruido de sables, así que el presidente se vio obligado a multiplicarse y a tomar también el control del fútbol sala tras años y años de intercambio de dardos. Mientras -y por contradictorio que parezca-, la institución se preparaba y se sigue preparando para aparentar unión y presentar la candidatura conjunta, con el beneplácito político, para albergar el Mundial 2030. El fabuloso éxito de Australia y Nueva Zelanda servirá para empujar más.
  1. La RFEF y los sindicatos de futbolistas. El Gobierno siempre ha suplicado que hubiera unión en el futbol, pero el panorama general se parecía más a la versión española de El camarote de los hermanos Marx. La Federación pasó a arengar a la parte más crítica con Aganzo y, desde algún sector, a animar a Morientes a presentarse a las elecciones de AFE. Algo que sólo fue un amago y que más tarde acabó aceptando Gaizka Toquero en 2021. Atrás quedó enterrada por completo la buena amistad que había entre Rubiales y Aganzo, compañeros de vestuario, e incluso cayeron en el olvido los días de vino y rosas, como cuando firmaron el fondo de garantía salarial para Tercera. El choque de trenes llevó a la RFEF a quitar el partido a beneficio del sindicato que se llevaba disputando desde 1983, por el que los futbolistas sacaban un millón de euros para diversos proyectos. Desde AFE siempre han mantenido el mismo mensaje: "La independencia es intocable. No vamos a permitir que nadie maneje una asociación que sólo es de los y las futbolistas". Lamentan que el sindicato no esté representado en la Junta de la RFEF porque "AFE, como representante del colectivo más importante del mundo del fútbol, debe estar siempre en todos los órganos en los que se adoptan decisiones importantes para ellos/as, algo que no está sucediendo en estos momentos". Futbolistas ON, otro de los sindicatos en la trinchera, salió beneficiado de este cambio drástico en el tablero deportivo. Si AFE, con casi 14.000 afiliados, recibe 360.000 euros de la RFEF, el sindicato presidido por Juanjo Martínez ingresa 215.000 con poco más de 2.000 socios. Fufpro, de nueva creación, cuenta con 125.000. El responsable de Futbolistas ON pasó de sintonizar con Tebas a tejer nuevos puentes con el que fue su enemigo: "La RFEF ha dado un cambio radical a la Copa y a la Supercopa. Un éxito que ha canalizado muchos millones para mejorar el fútbol no profesional. Algo que antes era impensable. Tardaron en reconocer la legitimidad que Futbolistas ON reclamaba desde su constitución. También han sabido reconocer la falta de un convenio colectivo en categorías no profesionales masculino y femenino".
  1. Los escándalos y la corrupción en el futbol. Justo después de que se hiciera oficial que Rubiales cobraba hasta entonces 634.518,19 euros anuales, la Federación sorprendió con una nota oficial en el que denunciaba que había sido "víctima de un robo de documentación y audios". El presidente ya había sido alertado de que El Confidencial poseía información comprometida que quería contrastar con la intención de publicarla de forma inminente. Se trataba de la Supercopa Files, como se llamó al serial que dio la vuelta al mundo. Rubiales salió raudo para arrojar algo de luz en un asunto por el que Piqué, presuntamente, ganó 24 millones como comisionista por intermediar con la Supercopa: "Es una campaña de acoso. No puedo garantizar que no me vayan a meter un saco de cocaína en el maletero”. Las filtraciones pusieron contra las cuerdas a Rubiales, ya que hasta tres sentencias diferentes defendieron que no se estaban vulnerando sus derechos. Eso sí, pocos respetaron la presunción de inocencia. Pesaban más los detalles que se iban conociendo y los roces generados. Por ejemplo, con el Atleti y el Valencia tras difundirse unos mensajes socarrones con su padre. Si un día se daban pelos y señales de una fiesta privada y mixta en Salobreña sufragada, según Juan Rubiales, "con fondos federativos", al siguiente se conocía que hubo personalidades del Gobierno que fueron grabadas o que existió el pago ilegal de un ático de lujo en la calle Ferraz… El bombazo fue tal que Iceta y Franco Pardo tuvieron que comparecer. Ya ven que los dardos del ministro no son nuevos. Y el panorama se puso tan feo que hasta la peña del Levante que llevaba el nombre de Rubi (Piqué dixit), Pundonor Rubiales 17, cambió de denominación. Es más, a la siguiente Asamblea de la RFEF el 30 de mayo de 2022 ya ni fue Ceferin. Ni Infantino, que sí acudió el mismo día y a la misma hora a la Asamblea de AFE en Madrid. Pedro Sánchez, perplejo al ver sus whatsapps en las pantallas, ya se había ausentado antes del palco en la siguiente final de Copa. Rubiales anunció en esos días que eliminaría el variable de su salario. Pero ya daba igual. Anticorrupción no entiende de rectificaciones ni detalles y entró en escena para estudiar el caso a fondo. "Archivarán todo", insisten desde las Territoriales.Cada detalle desvelado era peor que el anterior. El Confidencial anunció que la RFEF desechó un acuerdo con Qatar de 33 millones fijos y sin los 24 millones para Piqué. Ana Muñoz, en una de sus escasas valoraciones, aseguró que la "RFEF no se apoyó en ningún informe por la Supercopa". Atendiendo a las audiencias, estaba claro que el pueblo quería chicha de esos supuestos trapicheos. Periodistas como Ángels Barceló, Ana Rosa Quintana, Alsina, Ferreras y tantos otros, recortaron sus tertulias políticas para centrarse en un asunto de interés general, así que Rubiales volvió a tirar de nuevos y profesionales escudos. Decidió reforzar a conciencia su departamento de comunicación y explorar los caminos del branded content que algunas fuentes ligan a cierto blanqueamiento. Intentó pescar en Marca sin éxito hasta que reclutó a Javier Gómez Matallanas como perfil ideal: un portavoz que tuviera por encima de todo una estrecha y cordial relación con la mayoría de periodistas y que le ayudara con su tacto y sus intervenciones a equilibrar las fuerzas que tenía enfrente. Sus careos en directo con el periodista José María Olmo fueron duros. Mientras Tebas aseguraba "no ser feliz viendo sufrir a Rubiales", Aganzo le denunciaba ante la Guardia Civil tras confirmar su espionaje y Pepe Castro (presidente del Sevilla) dimitía de la RFEF "por la falta de respeto". Sólo el balón podía restaurar cierto orden entre tanto caos y dar algo de tregua a Tomás González Cueto, fiel consejero de Rubiales salido del TAD, para gestionar el numeroso papeleo judicial con el que defenderse y con el que también poder atacar.


Ahora la lía con sus deplorables gestos en el palco de autoridades y con la selección femenina en la entrega de trofeos y medallas, que ha vuelto a poner a Rubiales en el foco internacional, por la circulación de un vídeo sobre él en el palco saltándose el protocolo (y algo más) junto a la Reina Letizia y la infanta Doña Sofía.

Sus formas campechanas, y su fama de besucón y tocón, servirán ahora para que el personal vuelva a mirar con más atención qué dicen los tribunales con las causas pendientes, sin olvidar que el empacho electoral también tendrá su impacto en el fútbol como en cualquier otro orden de la sociedad. De hecho, en plena negociación por la investidura, y pese a que Pedro Sánchez le ha recibido junto a las campeonas orgulloso, muchos políticos que tienen que negociar con los candidatables a la presidencia están pidiendo la cabeza de Rubiales a estas horas. Luis Arroyo, nuevo asesor de imagen de Rubiales que llegó a trabajar para el PSOE, para Aganzo e incluso para Casillas en su sueño federativo frustrado, tiene trabajo. Aunque su vídeo del perdón fue flojo y carente de sinceridad, siempre guarda en la cartera un plan B y hasta C por lo que pueda pasar en cualquier momento, pues es un personaje incombustible.


Finalmente, las ultimas noticias sobre el asunto señalaban que mañana Luis Rubiales presentaría su dimisión, tras la presión ejercida sobre el desde todos los lados. La FIFA le ha abierto un expediente disciplinario, otro ha sido iniciado por el Ministerio de Deportes, y tras haber convocado una Asamblea de Urgencia Rubiales, con la intención de cuantificar los apoyos, para ver como los iba perdiendo, tanto entre los entrenadores, los presidentes de clubs y de las territoriales y los jugadores. Luis Rubianes tendrá que dejar el cargo, y la RFEF será gestionada por una gestora hasta que haya un nuevo presidente salido de un proceso electoral.

Es este el final que era previsible al inicio. Luis Rubiales se equivocó en su comportamiento, en la final, algo que es enérgicamente reprochable, y lo sucedido será un aviso para todos los que desempeñen cargos institucionales en el País, pues sabrán que los comportamientos similares, no quedarán impunes.


Addendum

Ayer escribí este artículo. Hoy estoy viendo en directo el discurso de Luis Rubiales ante la Asamblea General de la RFEF, en la que el Presidente se disculpa por sus inadecuados gestos en la final del mundial, dando las explicaciones pertinentes al respecto que dijo no sirven de justificación, pero que si son necesarias para conocer la verdad de lo sucedido, tanto con el primer gesto, como con el segundo. Respecto al beso, Rubiales afirmó que fue consentido y que tanto el como la jugadora saben que es una pura verdad, pero lo cierto es que mintió, lo dice la jugadora y lo dicen sus compañeras, y a partir de ese momento nos que se desencadenara una cacería sobre su persona como él afirma, una cacería a la que se han apuntado políticos, periodistas, falsas feministas, alguna gente del futbol, en la que de lo que se trata es de echarlo simplemente del cargo. 


Finalmente Rubiales repitió numerosas veces de manera categórica que NO VA A DIMITIR. A mi personalmente sus explicaciones me parecieron insuficientes y poco veraces, y los acosos y las falsedades se dirimirán en los tribunales  deportivos y de justicia. Lo que pasó, se vio en todo el mundo, fue noticia en los medios de los cinco continentes, oscureció el triunfo de la selección femenina de futbol, y nos dejó a los españoles en mal lugar. Si, Rubianes debe de dimitir, y si no lo hace de inmediato, habrá que despedirlo del cargo.

Quizas la pregunta del titular esté mal formulada, y entonces habría que cambiarla. Sería esta: ¿Que está pasando en España con los españoles?




Fuente: Relevo.com



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