El futuro de España se negocia en Ginebra con el independentista Puigdemont
Luisondome
Comienzan las negociaciones entre PSOE y Junts, y se inicia la cuenta atrás para las próximas Elecciones Generales
Hoy se celebra en Ginebra la primera sesión de negociación para concretar los acuerdos del PSOE con Junts. Santos Cerdá tendrá enfrente a Puigdemont, a Jordi Turull y a Miriam Nogueras. La posición de partida de Junts, como no, es de máximos. Va a por todas, y exigen por supuesto una amplia amnistía, la recaudación de todos los impuestos de los catalanes (a saber que quieren hacer con todo ese dinero) y el referéndum de independencia. Esto es lo gordo, si bien hay otras cuestiones consideradas arena menuda que también están en la lista de exigencias. Será por donde se comience, y así se tendrá la sensación de que se puede llegar a alcanzar acuerdos.
Para el final, se dejará lo mas gordo, y no es precisamente la amnistía, que eso ya está prácticamente cerrado por los negociadores, aunque se han olvidado de meter en la negociación a una importante parte: la judicial, que lo puede echar todo abajo, y a la oposición que también tiene sus armas para contener la negociación y para presionar a las partes.
¿Porque una postura de máximos que es imposible?
Las partes siempre plantean en el inicio de la negociacición este tipo de posturas, para después negociar a la baja las cesiones bajo la premisa de yo cedo un tramo, si tu cedes otro tramo para encontrarnos en un punto intermedio. Pero esto es así cuando ambas partes se sienten fuertes, lo que no es en este caso.
En Junts saben que tienen cogido a Sánchez por las pelotas, que su postura es muy débil, pues quien tiene la llave de la legislatura no es él, sino Puigdemont, y así ya lo ha explicado. Nunca los independentistas han tenido la oportunidad de negociar con un Gobierno en tal situación de debilidad. No tiene la Coalición ninguna capacidad para aguantar, y solo les queda el camino de ceder, y por supuesto que los de Junts van a aprovechar la oportunidad. Creen posible, dada la necesidad de Sanchez de mantenerse en el cargo, poder conseguirlo todo y en esta legislatura, algo que nunca pensaron que podría ser posible en un plazo tan corto. Como para no aprovechar la oportunidad.
Saben en Junts además que esta posibilidad es suya, que ERC nada tiene que hacer para hacerse con la llave, si no es robándosela a Junts, lo que sería un suicidio para ellos. Además, en 2024 hay elecciones en Cataluña, y todos se tienen que retratar ante su electorado. Los resultados de estas elecciones nos permitirá vislumbrar el alcance final de la negociación, la parte mas dura. Si Junts supera a ERC en votos, la cosa se va a poner mucho peor para el PSOE, si bien ya está muy mal, pues se encuentra en medio de dos posiciones opuestas -independentistas de derechas frente a independentistas de izquierda- una situación que les va a traer problemas.
Desde un punto de vista ideológico, deberían de estar mas cerca de ERC para defender posiciones comunes, pero como ya dije, la llave la tiene otro y es de derechas. La campaña electoral, sus mensajes, y sus programas van a ser escrutados a fondo, y veremos planteamientos distintos. No lo tiene fácil Salvador Illa, pues todo lo que proponga el PSOE en su Programa, y no guste a Puigdemont, va a repercutir en Pedro Sánchez y en su legislatura.
Tengo claro que llegará un momento, y será después de las elecciones catalanas, en que se intentarán cruzar las lineas rojas que la Constitucion Española tiene definidas explícitamente. La oposición de PP y Vox se hará oír. Los Tribunales de Justicia se harán oír. Europa nos vigila y también se hará oír llegado el caso.
Este momento será crucial para la legislatura, y pienso que sucederá tras las elecciones catalanas, bien en el segundo semestre de 2024, o en el primero de 2025. Será cuando Puigdemont compruebe que no habrá Hacienda Catalana, ni referéndum de autodeterminación, será cuando se separe de la coalición de gobierno y deje caer la legislatura. A Puigdemont le importa un bledo que Sanchez sea o no sea Presidente del Gobierno. Lo que quiere sabrá ya que no se lo puede dar, y no tendrá razones para mantenerlo en el puesto.
¿Y después, que?
A partir de ese momento, se establecerán nuevas estrategias respecto a la continuación de Cataluña como parte de España, tanto por parte de los independentistas, que únicamente les quedarían dos caminos por seguir: uno el de la radicalización, otro en de la búsqueda por su parte de una mejor integración de Cataluña en el Estado Español, una vez que la segregación ya no se contemple. Por parte del Estado Español, con unas nuevas elecciones en ciernes tras el fracaso de la legislatura de la Coalición, será en momento en que los electores echarán sus cuentas, y pasarán las correspondientes facturas con su voto.
Es posible con mayor seguridad que suceda un cambio de rumbo político, en base a nuevas propuestas que sean tomadas en serio por los españoles. Quien gane estas Elecciones, tendrá que tender la mano para recuperar la convivencia en el país, reduciendo la polarización, y buscando consensos mediante pactos de Estado que hagan las reformas necesarias, incluso el la Constitución, que estabilicen el nuevo rumbo del país, en una situación crítica con enormes problemas por delante que resolver, y no solo de índole interna. Me refiero al clima, a la integración de la sociedad en las nuevas tecnologías, los problemas inmigratorios, y muchos otros asuntos que requieren mucha atención y mucha dedicación. Estos son los problemas del mundo, a los que en España debemos sumar las reformas para estabilización del Estado Autonómico.
Estamos llegando tan bajo, que solo nos queda, o la desintegración de España, o la reconstrucción de un nuevo Estado. Está en nuestras manos.
Comentarios
Publicar un comentario